¡Queremos nuestras persianas y portales libres de
pegatinas! Basta de que cerrajeros carentes de ética y profesionalismo llenen
nuestros espacios con sus pegatinas anunciando sus servicios. Esta práctica,
además de atentar contra la propiedad privada, sirve para aprovecharse de
clientes incautos que requieren de los servicios urgentes de un cerrajero para
cobrar elevadas tarifas por servicios y atenciones que no lo ameritan,
corriendo además el riesgo de deteriorar su propiedad.
¿Por qué no llamar a un verdadero profesional? Si necesita
de los servicios de un cerrajero lo mejor es consultar entre sus amistades y
conocidos pidiendo las referencias de alguien adecuado, una persona que le
ayude a resolver su problema y mantener la seguridad de su hogar o local.
Consulte con su ferretería más cercana y encuentre a alguien con referencias
que avalen su trabajo.
Si necesita llamar con urgencia a un cerrajero y opta por
cualquier número de las pegatinas, entonces no olvide nunca consultar la tarifa
por hora, asegúrese de que es un precio justo y si no lo sabe pida tarifas a
otros profesionales y compare precios. Verá como las diferencias conseguirán
sorprenderlo. Y es que aunque los cerrajeros debemos cobrar por las
emergencias, los traslados y la mano de obra; los precios claros y la
honestidad para con nuestros clientes debe ser siempre lo principal.
Hoy en día al decir que soy cerrajero siempre debo aclarar
que no utilizo pegatinas ni pego sablazos, algo muy común entre quienes
realmente no son profesionales. Este tipo de prácticas ponen en tela de juicio
la calidad y honestidad de nuestra profesión, manchando el nombre de un oficio
heredado de padres a hijos durante generaciones.
Las pegatinas como
medio de publicidad deben ser reguladas, por eso con mi política anti-pegatinas pretendo hacer
un llamado de atención para concientizar a los clientes acerca de la
importancia de comparar precios y acudir a un servicio de calidad y serio.
No permita que la seguridad de sus espacios esté en manos
de cualquier persona, acuda siempre a un cerrajero profesional.